sábado, 2 de octubre de 2010

Un Viejo Amor

Cada vez que Juan Manuel discutía con Marcela, pensaba si sería la última y definitiva. Su matrimonio llevaba al menos 15 años en franca caída cuando empezaron a surgir las quejas y reclamos. Por su egoísmo al atender más a su trabajo que a ella, por el tiempo que dedicaba a leer o por tomar café con sus amigos o cuando no fue a las bodas de oro de tía Enriqueta, la prima segunda de su madre y todos preguntaban por él y cuán harta estaba de vivir con tantas carencias mientras los Martínez y los López nadaban en la abundancia. Lo peor vino al perder su trabajo y la puerta que siempre se abría cuando todo parecía perderse, la nueva oportunidad salvadora que parecía asomar de la nada, esta vez no se abrió, nadie le habló, ni tuvo éxito cuando intentó trabajar por su cuenta. Mientras ocurría el milagro de obtener un empleo, una realización, su hogar se sostenía del sueldo de Marcela y las dádivas de sus hijos y su familia. Día a día recibía insultantes actitudes y desprecios, hasta la insostenible situación actual.
-Te lo diré de nuevo: ¿Aún sientes algo por mí? –Inquirió Juan Manuel.
Compungida, Marcela movió significativamente su cabeza contrayendo los hombros y fijando su mirada en el dibujo del piso. Su voz apenas se escuchó.
-No sé, yo… no lo sé…
-Bueno -replicó su esposo con impaciencia–, te lo preguntaré de otra manera: ¿Quieres que siga viviendo contigo? ¿Prefieres que nos separemos?
-No sé… eh… es mejor…creo… -respondió sin cambiar su postura.
-Ya está dicho todo, me voy. Haré los arreglos esta misma semana.

Nueva entrada

13 de Abril del 2010, es la fecha de mi última entrada. Casi seis meses. No lo he pasado tan inactivo, hasta llegué a escribir un cuento tan largo que no cabe aquí. Todo esto me ha acarreado a una buena aventura. Veré si puedo explicarlo. Primero, declararme un semi-ignorante en estas cosas de subir, de bajar, de sitios, páginas y todo lo referente a Internet. Yo había visto en diversos blogs y sitios de la web que cuando se inserta un escrito, es posible colocar un enlace con la leyenda "Seguir leyendo" o algo así. Supe que en Google hay un lugar ¿se le puede decir así? llamado Google Sites en donde se puede abrir una página y subir documentos comprimidos en pdf y enlazarlo con mi blog. -¡Oh! Me dije. -"Esto es lo que necesito". Al pretender crear el sitio, se me indicó que necesitaba una dirección de Gmail y tuve que crearla. Cuando abrí este blog lo hice con mi antigua dirección de Hotmail. Pues bien, abrí mi nueva dirección y cuando estaba llenando los datos de registro, me preguntaron: ¿Desea que Gmail importe desde Hotmail los correos que tiene guardados y además que sigan apareciendo en esta dirección en lo sucesivo? Sí, contesté. Luego me preguntaron mi contraseña, la di y unos momentos después ya tenía en Gmail todo mi archivo de correos que dicho sea de paso, es también mi almacén de contraseñas, documentos, fotos y otras cosas importantes. Al día siguiente quise abrir mi Hotmail, que es a donde me escriben mis amigos y ya no quiso aceptar mi contraseña. -"Algo pasó" dije inteligentemente. -"Nada más fácil" Sólo debo seleccionar "He olvidado mi contraseña" y me enviarán otra. Lo hice, se abrió una página de Windows live y me dijeron. "Tu nueva contraseña se ha enviado a tu dirección de Hotmail" -¡Pero precisamente es a donde no puedo entrar! grité... y así me tuvieron en ese burocrático embrollo durante una semana, hasta que por fin me hicieron una pregunta clave y me pidieron una dirección alterna y entonces sí, recuperé por fín mi contraseña (la cual tuve que cambiar). Pero mientras andaba en estos líos, no pude entrar a mi blog a publicar nuevas entradas, por lo que tuve que abrir otro blog y ahí subí mi nuevo cuento: "Un Viejo Amor" en el que después de unos párrafos, puse el enlace bajo la leyenda "Seguir leyendo", donde al oprimir se abre de inmediato el sitio donde está la versión pdf del cuento de 53 páginas. Ahora que he recuperado mi contraseña y puedo entrar a mi antiguo blog (este). Ya puedo insertar el dichoso cuento, lo cual haré uno de estos días. Esto no acabó ahí. Resulta que por mal nombre le puse al nuevo blog "Misdescuentos" y si escribo esa palabra en el buscador, me lleva a cien mil lugares de descuentos en precios. Ahora no sé si seguir con los dos. Creo que voy a escribir a ratos en los dos lugares. Por lo pronto aquí estoy y espero alimentarlo seguido.

martes, 13 de abril de 2010

Hace 40 años

José accionó la palanca de la caja de velocidades de su viejo camión Chevrolet llevándola a punto muerto para de ahí buscar pacientemente en algún sitio hacia arriba y a la derecha la ranura del engranaje de reversa. Con cuidado liberó el embrague y oprimió levemente el acelerador. En su rostro se dibujó una mueca de satisfacción cuando después de algunos extraños ruidos semejantes a los quejidos, estertores y carraspeos de un tísico, el vehículo empezó a avanzar hacia atrás para acomodarlo en la rampa de carga.
Era el poseedor del contrato para la adjudicación de chatarra del renovado Hospital General de la Provincia. Viejos camastros de hierro, tanques de oxígeno obsoletos, calderas, escritorios, anticuadas máquinas de escribir y algunos raros aparatos componían la carga que José llevaría al depósito local para luego ser reciclados en la Fundición de la capital provincial.
Dos meses después visitaban el hospital dos personajes de aspecto burocrático. Con cierto aire de autoridad, blandiendo sus portafolios, llegaron con la atractiva recepcionista:
- Señorita, haga el favor de anunciar al Sr. Gerente de Recursos Materiales la presencia del Ingeniero Raúl Martínez y del Licenciado Heriberto Ordóñez, de la Dirección de Inspección y Supervisión Institucional de la Comisión Nacional de Energía Nuclear.
La empleada, sin dejarse impresionar, les entregó una hoja de registro para que anotaran sus datos, los cotejó con las credenciales que obligadamente mostraron y luego elaboró unas tarjetas que introdujo a unas fundas de plástico con broche de presión, indicando a los inspectores cómo colocarlas en su solapa. Cubiertos los requisitos, les señaló el camino para llegar a la oficina del funcionario.

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